Mantenimiento fachadas de piedra

¿Qué mantenimiento realizar en fachadas de piedra?

Las fachadas de piedra se caracterizan por disponer de gran resistencia y duración. De forma general, son capaces de aguantar en perfectas condiciones durante décadas, soportando cualquier problema asociado a la climatología. No obstante, es necesario estar pendiente de su mantenimiento para que no pierda en ningún momento su esplendor.

La piedra natural es un material de construcción sostenible que aporta muchísimos beneficios a las paredes exteriores de las viviendas. Se ha convertido en el revestimiento natural más eficiente para cualquier proyecto de arquitectura. Como característica más destacada podemos anotar que este material posee, debido a su gran masa, una elevada inercia térmica, convirtiéndolo en un perfecto aislante para las viviendas, tanto acústico como térmico. Así se ahorrará en calefacción y refrigeración, además de amortiguar los sonidos exteriores.

Consejos de mantenimiento de fachadas de piedra

Dependiendo de la piedra que decora la fachada, será necesario aplicar unos requisitos u otros, pues cada una tiene sus propias propiedades. No obstante, como expertos en el sector, queremos dar una serie de consejos generales para ayudar a mantener las paredes de piedra de forma adecuada durante mucho tiempo y que su durabilidad sea lo más extensa posible.

- No se deben utilizar productos químicos que contengan sustancias químicas y corrosivas porque podrían dañar la superficie de la piedra e incluso perder el brillo para siempre. Recomendamos utilizar productos de limpieza especialmente diseñados para el tipo de piedra que constituye la fachada, como puede ser granito o mármol. También se podrá apostar por productos que contengan ingredientes naturales y no perjudiquen a estos materiales.

- Se debe prestar especial atención a la acumulación de humedad porque es uno de los principales enemigos de las fachadas exteriores, pudiendo provocar problemas serios en la piedra natural. Entre estos problemas se encuentra la aparición de vegetación salvaje, que no solo ocultará y manchará el revestimiento de piedra sino que puede llegar a romperlo. Para prevenir su aparición recomendamos limpiar las fachadas de forma periódica, con productos de tipo alcalino y que contenga altos niveles de cloro activo. Otro gran problema es el óxido acumulado, que también podría ocasionar grandes desperfectos. Para combatirlo aconsejamos eliminarlo en cuanto se detecte su presencia con limpiadores específicos para este problema.

- Es fundamental tener en cuenta el clima que hay en el interior de la vivienda y en el entorno de la fachada. En lugares donde hay mucho sol en buena parte del año y con escasez de lluvias, aconsejamos elegir una piedra natural que no cambie de tonalidad por su larga exposición al sol. Sin embargo, si en la zona llueve mucho y hay posibilidad de nevadas, es preferible optar por fachadas que sean resistentes al frío y aplicar un mantenimiento adecuado para prolongar la vida útil de los materiales.

- Es conveniente apostar por la utilización de recubrimientos especializados, antes de instalar la fachada, por la cantidad de ventajas que aportan. Entre ellas evitar la aparición de humedad y óxido, ya que así se evitará poner en contacto a la superficie con el suelo directamente y será más difícil que se adhiera la suciedad. Esta solución eliminará la posibilidad de tener problemas durante años.

Tal y como se dijo al principio del artículo, las fachadas de piedra ofrecen gran resistencia y elegancia pero, al igual que cualquier otro producto decorativo, necesitan un mantenimiento adecuado para mantener en correcto estado y ampliar su durabilidad. Siguiendo estos sencillos consejos, se conseguirá mantener la pared exterior en óptimas condiciones, con todas las prestaciones que ofrece este versátil material y con la garantía de que cuidando su limpieza periódica se obtendrá una fachada reluciente como si fuera a estrenar.

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